La ansiedad no siempre llega por casualidad. A menudo, se alimenta de ciertos patrones de personalidad que, si bien socialmente son valorados y hasta aplaudidos, pueden convertirse en la raíz de un malestar profundo.
La psicóloga sanitaria Ángela Fernández ( @angelaprs.psicologia ) asegura que hay tres rasgos que se repiten una y otra vez en consulta cuando se habla de ansiedad: la alta responsabilidad, el exceso de amabilidad y el neuroticismo.
1. Alta responsabilidad: virtud y trampa
“Las personas muy autoexigentes suelen ser disciplinadas, rigurosas y con una implicación altísima en sus tareas”, señala Fernández. Buscan constantemente la perfección, y aunque eso les da prestigio y reconocimiento, también puede ser su mayor fuente de ansiedad. “Todo está bien en su justa me