La migraña duele, aísla, limita y agota. Así lo evidencia un nuevo estudio internacional, que analizó cómo las enfermedades que suelen coexistir con la migraña -como la depresión o los trastornos del sueño- amplifican el impacto de esta condición en la vida cotidiana.

En personas con migraña, a mayor frecuencia e intensidad de los episodios, mayor es el riesgo de desarrollar comorbilidades. Múltiples comorbilidades -relativamente comunes y diversas- se asocian con la migraña, incluyendo hipertensión arterial, trastornos cardiovasculares, bipolaridad, ansiedad, epilepsia, asma, alergias y desórdenes gastrointestinales y determinadas enfermedades autoinmunes.

Publicado en junio de 2025 en la revista científica Advances in Therapy, el trabajo se basó en una muestra de 674 personas con migra

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