Lima, 28 ago (EFE).- El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de Perú ha presentado el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) para el periodo 2026-2029, que fue aprobado por el Consejo de Ministros. Este documento prevé un crecimiento promedio del Producto Bruto Interno (PBI) superior al 3% durante esos años, con un crecimiento específico del 3.2% anual.

El ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez Reyes, destacó que estas proyecciones reflejan el sólido desempeño de la economía peruana, impulsado por la inversión privada en sectores clave como la minería, infraestructura y Asociaciones Público-Privadas (APP). Además, se espera que una política fiscal responsable contribuya a este crecimiento.

Entre las inversiones proyectadas, se estima que la inversión minera alcanzará los 8,600 millones de dólares. También se anticipa el inicio de proyectos adjudicados bajo APP, nuevas adjudicaciones y proyectos estratégicos en áreas como transporte, energía y agroindustria.

El MMM también señala que la mayor oferta primaria en sectores como la minería y la agricultura contribuirá a un aumento en las exportaciones. Para fomentar el crecimiento económico a mediano plazo, el Gobierno planea desarrollar importantes obras de infraestructura que fortalezcan la competitividad y productividad del país.

En cuanto a la economía global, se proyecta un crecimiento del 2.8% para 2025, con una recuperación que llevará a una tasa promedio del 3% entre 2026 y 2029.

El informe del MEF también resalta la importancia de la consolidación fiscal, que es esencial para mantener la sostenibilidad de las finanzas públicas y la estabilidad macroeconómica. Se espera que el déficit fiscal converja a 2.2% del PBI en 2025, gracias a un crecimiento real de los ingresos fiscales del 8.7% y un manejo prudente del gasto público.

Para 2026, se prevé que el déficit fiscal se reduzca a 1.8% del PBI, manteniendo la deuda pública en un 32.1% del PBI, una de las más bajas de América Latina. En los años siguientes, se espera que el déficit converja a la regla fiscal de mediano plazo, alcanzando un nivel menor al 30% del PBI hacia 2032.