El aire acondicionado es uno de los electrodomésticos más importantes del hogar, sobre todo en meses de temperaturas extremas, tanto en verano como en invierno. Ese artefacto que se convierte en aliado para combatir el calor y el frío también genera una incomodidad: sus unidades externas liberan agua que normalmente se acumula en baldes o tachos para después vaciarlos. Sin embargo, muy pocos saben que esa agua puede resultar beneficiosa para regar algunas especies de plantas.

Estos equipos de refrigeración toman el aire caliente y húmedo del ambiente y lo pasan por el evaporador para que la temperatura baje drásticamente. El aire frío, incapaz de retener tanta humedad como el caliente, hace que el vapor se condense al tocar las partes frías del artefacto, lo cual forma pequeñas

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