El próximo primero de septiembre quedará instalada formalmente la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuya elección estuvo manchada desde el origen.
La nueva Corte surge de una venganza de López Obrador en contra de los ministros salientes, que le tiraron varias de sus reformas constitucionales y no dejaron pasar sus deficiencias en la redacción de las normas rechazadas hasta con errores primarios de técnica parlamentaria.
Esta nueva Corte, compuesta por nueve en lugar de los 11 ministros que tuvo la anterior, llega marcada por el escándalo, el desaseo desde la convocatoria hasta los procesos de selección, y terminaron de la peor forma que se podría esperar, con la inducción al voto a través de millones de acordeones.
A pesar de la evidencia, las autoridades electorales consid