La historia de Luisa Fernanda Bonilla, médica veterinaria y bailarina de 35 años, es el retrato de la desesperación frente a la presunta negligencia médica y administrativa. Una hernia lumbar entre las vértebras L4 y L5 amenaza con dejarla sin movilidad en sus piernas y sin control de su propio cuerpo, mientras su EPS, Salud Total, sigue sin autorizar la cirugía urgente que necesita.

El calvario comenzó el pasado 17 de julio, cuando Luisa acudió a urgencias por un dolor insoportable en la espalda. A pesar de que relató la gravedad de sus síntomas, el médico que la atendió le ordenó únicamente una radiografía, ignorando que ella ya había pagado una por cuenta propia. La resonancia magnética reveló una hernia que compromete sus nervios y requiere cirugía inmediata.

El 6 de agosto ingresó a

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