En la naturaleza existen plantas que, a simple vista, pueden parecer inofensivas o incluso bonitas, pero esconden características que las convierten en una amenaza para el entorno y, en algunos casos, para la salud. Una de ellas es la cicuta , una hierba que se desarrolla con muchísima rapidez, coloniza espacios enteros y que, aunque en apariencia se asemeja a otras especies comestibles, es altamente peligrosa.

La cicuta pertenece a la familia de las apiáceas y suele crecer en campos, cunetas y bordes de caminos. Su aspecto es muy similar al del perejil o el hinojo, lo que la hace aún más engañosa para quienes no tienen experiencia en identificar plantas. Sus tallos son verdes con manchas violáceas, puede alcanzar hasta dos metros de altura y, durante la floración, desarrolla pequeñ

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