El despliegue buques nucleares EE.UU. Caribe ha provocado tensiones diplomáticas y reacciones en organismos internacionales.
El sábado 30 de agosto, en San Fernando (suroeste de Trinidad y Tobago), el embajador de Venezuela, Álvaro Sánchez Cordero, acusó a Estados Unidos de poner en riesgo a toda la región con un despliegue de buques y un submarino de propulsión nuclear en el Caribe. Denunció, además, una supuesta violación del marco de seguridad hemisférica y del Tratado de Tlatelolco. La declaración, difundida por agencias y medios que replican cables de EFE, encendió una cobertura intensa en la región.
Caracas elevó la queja a la ONU y pidió el cese inmediato de las maniobras . Washington, por su parte, sostiene que el movimiento busca reforzar operaciones contra el narcotráfic