Los dirigentes del tenis deberían plantearse la posibilidad de aplicar castigos deportivos por romper raquetas o actitudes reprobables

Hace unos días, en la jornada inaugural del US Open, el jugador ruso Daniil Medvedev volvió a protagonizar uno de esos episodios de falta de control a los que, últimamente, nos tiene demasiado acostumbrados. En un momento crucial del partido, cuando su rival Benjamin Bonzi contara con un punto de partido y errara su primer servicio, un fotógrafo algo despistado entró en la pista provocando una pequeña interrupción. La decisión del árbitro de concederle al francés un nuevo primer saque desencadenó la furia del moscovita , quien se dirigió a su silla para vociferarlo y luego incitó a los espectadores a que lo abuchearan.

Y justamente éste, el público del

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