La biblioteca volvió a mi casa. Llegaron las cajas, muchas, un montón. Las apilamos contra la pared del living. La biblioteca, el mueble, espera con los estantes vacíos. Es un mueble hermoso de madera y hierro, construido especialmente para esta casa. Antes, siempre, mis bibliotecas, los muebles, fueron improvisaciones (ladrillos huecos y madera; o ménsulas puestas en la pared y tablones) o de fabricación en serie. Miento: cuando me mudé a Buenos Aires, mi madre que estaba estudiando carpintería me hizo una biblioteca pequeña para los libros que me había traído de Paraná, la mayoría comprados en lo de Altman o en los quioscos de revistas, colecciones que venían con Página/12 o el diario Crónica. Hace poco, en la Feria del libro de Paraná, justamente, un hombre se acercó y me dijo que me co
El mueble

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