El jefe de la Iglesia Católica universal, , instó a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos para detener lo que califica de de , al expresar su pesar por el elevado número de niños que resultan víctimas de la violencia bélica en todo el mundo.

El Pontífice subrayó que “es hora de que los líderes mundiales abandonen la lógica de las armas y emprendan el camino de la negociación y la paz, con el respaldo de la comunidad internacional”.

En ese sentido, alertó que tanto las armas ligeras como las pesadas contaminan el mundo y generan sufrimiento desproporcionado en los sectores más vulnerables, en particular la niñez.

El Papa ha reiterado en numerosas ocasiones la necesidad de “no rendirse a la indiferencia” ante los conflictos armados que se multiplican en diversas regiones y q

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