La polémica alcanzó su cota más alta en Vallecas, cuando Busquets Ferrer señaló un polémico penalti sobre Lamine Yamal. Lo pitó a ciegas, o mejor dicho sordo, porque en ese momento no tenía comunicación con el VAR y no pudo existir revisión alguna de la jugada. El penalti desembocó en gol y en enfado monumental de Iñigo Pérez, técnico rayista.
Cuando el árbitro señaló pena máxima el banquillo local explotó. Encabezados por Iñigo Pérez, se volvieron hacia el cuatro árbitro en busca de explicaciones que no encontraron. «¿No hay VAR? ¿Ahora no hay VAR?», preguntó hasta en tres ocasiones. «¿Funciona lo del VAR?», cuestionaba. Ante el silencio del cuarto árbitro, se giró hacia su cuerpo técnico. «Es una vergüenza. ¿No hay VAR y nos pitan penalti? Nos vamos del campo», le dijo a su banquillo.