Hasta desde el propio Barcelona reconocieron la vergüenza que supone que el VAR no lograse comunicar con el árbitro de campo, Busquets Ferrer , en el minuto 40 del partido entre Rayo Vallecano y el Barça para avisarle de que el penalti pitado al equipo azulgrana había sido un piscinazo de Lamine Yamal y no falta de Pep Chavarría y, que, por tanto, no debía señalar la pena máxima.
Hansi Flick , entrenador del equipo culé, pese a mostrase un poco más ajeno a lo ocurrido y centrarse en la autocrítica por la mala actuación de un Barcelona que pudo perder en Vallecas , no escondió que se había producido un escándalo: «Si todos los equipos tienen que jugar en las mismas circunstancias, es raro. Que lo solucionen, no es mi trabajo».
Más tajante fue su jugador, Frenkie de J