Por Jorge Alcocer V.
Si de negociación hablamos, empecemos por descartar las condiciones de una rendición, que en términos estrictos no corresponde al ámbito del diálogo, sino a la situación en que una de las partes tiene la victoria, y las otras están derrotada. En la guerra es dable exigir al enemigo rendición incondicional. En la política no.
En las reformas político-electorales ocurridas en 1977 y 1986 el gobierno y su partido (PRI) tenían mayoría calificada en las dos cámaras del Congreso de la Unión y en las 31 legislaturas locales. A pesar de esa condición, en 1977 el gobierno mantuvo un constante dialogo con los dirigentes del Partido Comunista Mexicano (PCM) hasta encontrar la vía jurídica para su incorporación al sistema electoral. Una década más tarde, previo al proceso legisl