Un auténtico viacrucis se vivió la noche de ayer domingo a la altura del C4, en la carretera Aldama–Chihuahua, donde al menos 13 vehículos quedaron varados tras caer en un enorme bache que prácticamente se convirtió en una trampa para los conductores.

Las afectaciones fueron diversas: ponchaduras, llantas reventadas, daños en rines y suspensiones, mientras que los afectados pedían la presencia de Tránsito para levantar la nota y dar fe de los daños ocasionados por la pésima condición de la carpeta asfáltica.

La situación refleja no solo la falta de mantenimiento en una de las vías más transitadas, sino también la omisión de las autoridades responsables que permiten que los baches se multipliquen hasta convertirse en auténticos socavones.

Resulta inconcebible que una carretera que conec

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