Lizeth Hernández Ciudad de México / 01.09.2025 10:00:01
Puede que ninguna etapa de la vida genere tanta admiración y rechazo como lo ha hecho la vejez . En el siglo IV diversas culturas de Mesoamérica rendían culto a Huehuetéotl , deidad del fuego, el hogar y la sabiduría. Su nombre, que traducido del náhuatl significa “dios viejo”, se convirtió en uno de los más importantes y venerados de la región.
Un el siglo después, a miles de kilómetros de distancia , Qin Shi Huang , el primer emperador de China unificada, se obsesionó con la búsqueda de la eterna juventud : envió expediciones lejanas y reclutó alquimistas y sabios taoístas para encontrar la poción que detuviera el desgaste de su cuerpo.
Si bien, de algún modo ambas visiones de la vejez han perdurado hasta hoy d