
Kim Novak, de 92 años, reaparece en el Festival Internacional de Cine de Venecia como protagonista de un nuevo documental titulado Kim Novak's Vertigo . En la cinta, dirigida por Alexandre Philippe, la actriz reflexiona sobre su trayectoria, su vida personal y el paso del tiempo, con un tono íntimo y confesional.
El estreno coincide con la entrega del León de Oro a la trayectoria, reconocimiento que recibe en la 82ª edición del certamen . Novak, considerada en los años cincuenta como una de las mayores estrellas de Hollywood gracias a filmes como Picnic, El hombre del brazo de oro y Vértigo, expone en esta producción su decisión de abandonar la industria en 1966 y dedicarse a la pintura y a la vida en Oregón.
El documental conecta la historia de la actriz con la de su papel más célebre en Vértigo (1958), película de Alfred Hitchcock donde interpretó a Madeleine Elster junto a James Stewart. Novak reconoce similitudes entre su experiencia personal y la dualidad de su personaje, subrayando la presión de los estudios de Hollywood por imponerle una identidad distinta, modificar su imagen e incluso impedirle relaciones personales.
En la obra, Novak también aborda momentos difíciles de su vida, como los intentos de control ejercidos por Columbia Pictures y su presidente Harry Cohn , así como su negativa a cambiar su nombre a “Kit Marlowe” o a renunciar a su romance con Sammy Davis Jr. Según relata, esa presión la llevó a replantear su lugar en la industria.
La cinta incluye declaraciones de su representante y amiga Sue Cameron, quien resalta que la actriz se resistió a publicar una autobiografía cuando se le ofreció un millón de dólares, al no querer entregar la versión sensacionalista de su vida. Cameron destaca que este documental es la primera vez que Novak decide mostrar su verdadera historia.
La actriz recuerda también la figura de Marilyn Monroe , con quien convivió en el mismo tiempo y a quien se refiere con la frase: “No quería que eso me pasara”. En su testimonio, Novak se distancia del destino trágico de la estrella y asegura que encontró en la pintura su forma de supervivencia tras dejar Hollywood.
Con una mirada retrospectiva, Novak concluye que su decisión de alejarse le permitió preservar su identidad y reinventarse fuera del foco mediático. Al final del documental, agradece al director por ayudarla a cerrar etapas pendientes y pronuncia: «Necesitaba liberarme de todos estos fantasmas… Me refiero a los fantasmas de Hollywood ».