Mientras que el sector turístico canario goza de un gran momento tras registrar recientemente el mejor mes de julio de su historia con la llegada de 1,23 millones de clientes extranjeros y una facturación de 2.219 millones de euros, no todas las ramas del sector gozan de la misma salud.
Las empresas de turismo activo llevan años denunciando que el desarrollo del sector está amenazado por la normativa del transporte canario , la cual consideran «discriminatoria» al obligar a que los turistas viajen junto al material especial que utilizan, como las bicicletas y las tablas de surf, algo que «perjudica» a la calidad y a la seguridad. Además, existe un intrusismo laboral que realizan empresas no reguladas, causando un impacto negativo en las propias empresas y en los trabajadores autónomos