Santiago Giménez volvió a ser protagonista del mercado europeo, esta vez no por un gol, sino por un traspaso que parecía inminente y terminó desmoronándose en cuestión de horas. El delantero mexicano del AC Milan estuvo cerca de vestir la camiseta de la Roma , pero una condición contractual terminó dinamitando la operación.
El plan de los rossoneri era claro: un intercambio con el ucraniano Artem Dovbyk , al que Giménez terminó por dar su visto bueno tras algunas dudas iniciales. Sin embargo, la directiva de la Roma impuso una cláusula de compra obligatoria si el mexicano cumplía ciertos objetivos. Ese detalle cambió todo.
Santiago Gimenez revela de dónde viene la presión que tiene en Selección Mexicana
La cláusula que lo frenó todo
En Milan querían que Santi se revalorizara