En el verano de 1843, mientras Espartero se disponía a partir para el exilio, un helenista francés, Emmanuel Miller (1812-1886), llegaba a Madrid con la misión de estudiar los manuscritos griegos de España. A propósito de esta encomienda del ministro francés de la Instrucción pública, Miller mencionaba expresamente que se produjo «durante la revolución que estalló en aquel momento en España», cuando efectivamente varias ciudades se rebelaron contra la Regencia del general. Nuestros vecinos franceses estaban sin duda bien informados de lo que sucedía en España por Louis Decazes, el futuro ministro de Asuntos Exteriores (1873-1877), que ese año hacía en Madrid las funciones de secretario de la embajada. Y este contexto histórico levanta sospechas sobre el mandato de Miller, quien quizá espe

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