La inmigración se ha convertido en un tema central en el debate político español. Según el último CIS de julio, es el tercer problema más importante para los ciudadanos. La ultraderecha, liderada por Santiago Abascal de Vox, ha intensificado su retórica sobre este asunto, proponiendo medidas extremas como hundir el barco ‘Open Arms’, que rescata migrantes en el mar. Por su parte, Alberto Núñez Feijóo, del Partido Popular, ha endurecido su discurso, afirmando que "la criminalidad se ha incrementado" con el aumento de la "inmigración ilegal" y acusando al Gobierno de Pedro Sánchez de un "descontrol migratorio".
En medio de este clima político, la realidad de la inmigración irregular muestra un descenso significativo en las llegadas por rutas marítimas a España. Según datos de Frontex, entre el 1 de enero y el 24 de agosto de 2025, se han registrado 21.222 llegadas, lo que representa un 34% menos que en el mismo periodo de 2024. El mayor descenso, del 52%, se ha observado en la ruta del Atlántico hacia las Islas Canarias, gracias a un refuerzo de los controles costeros y la colaboración entre las autoridades de Mauritania y Senegal.
Frontex ha contabilizado 11.899 llegadas a las Canarias hasta el 24 de agosto, cifra que el Ministerio del Interior eleva a 12.126 hasta el 31 de agosto, ambas con un descenso del 52%. Sin embargo, el informe de Frontex también indica un cambio en los puntos de partida de los migrantes, que ahora provienen en mayor medida de Guinea, Guinea-Bissau y Gambia, donde la vigilancia es más laxa. Estas rutas son más largas y peligrosas, aumentando el riesgo de percances durante la travesía hacia las Islas Canarias.
El archipiélago de Bijagos, en Guinea-Bissau, se está consolidando como un nuevo punto de origen para los migrantes, quienes deben enfrentar una travesía de más de 1.800 kilómetros. Las redes delictivas transnacionales están utilizando este país como punto de partida para migrantes de la subregión, incluyendo Guinea Ecuatorial, Senegal, Gambia y Malí. Las autoridades de Guinea-Bissau han expresado su preocupación, describiendo la situación como fuera de su control y que requiere acción urgente.
La aparición de estos nuevos puntos de partida se debe, según Frontex, al aumento de las medidas de control contra la inmigración irregular y a la reciente campaña de represión en Mauritania. Este país, que ha sido un tradicional punto de partida para los migrantes, ha llevado a cabo "detenciones y expulsiones continuas" de migrantes que buscan llegar a Canarias. La ONU estima que más de 30.000 personas han sido afectadas por estas expulsiones en 2025.