El líder chino, Xi Jinping, se posicionó como un pilar de la estabilidad económica mundial durante una cumbre de dos días en Tianjin, donde criticó las "prácticas intimidatorias" de Estados Unidos. Este evento, que reunió a más de 20 líderes mundiales, busca resaltar la creciente influencia de China y su alianza con Rusia en un contexto de reequilibrio del poder global.
"Debemos aprovechar la fortaleza de nuestros grandes mercados y la complementariedad económica entre los Estados miembros", afirmó Xi, quien prometió 2.000 millones de yuanes (280 millones de dólares) en subvenciones para los países de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO) este año. Además, anunció la creación de un Banco de Desarrollo de la SCO para fortalecer la cooperación económica y de seguridad en la región.
Xi, sin mencionar directamente a Estados Unidos, se opuso a la hegemonía y a la "mentalidad de la Guerra Fría". En su discurso, también destacó la importancia de un sistema de gobernanza global más justo y equitativo, abogando por un mundo multipolar y una globalización económica inclusiva.
La cumbre, que incluye a líderes como el presidente ruso Vladimir Putin, el primer ministro indio Narendra Modi y el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, refleja el estrechamiento de los lazos entre China y Rusia. Durante un banquete de bienvenida, Xi y Putin mostraron una conexión personal, gesticulando y sonriendo, lo que resalta la amistad entre ambos líderes autocráticos.
Putin, por su parte, reiteró su postura sobre la guerra en Ucrania, argumentando que la crisis es resultado de un golpe de Estado apoyado por Occidente. La cumbre también representa la primera reunión de los líderes desde el encuentro de Putin con Trump en Alaska, en un momento en que Putin enfrenta presión internacional por su ofensiva en Ucrania.
Los analistas sugieren que Xi ve esta cumbre como una oportunidad para fortalecer su posición en el escenario global, especialmente ante la política de "Estados Unidos Primero" de Trump, que ha generado preocupación entre las naciones. La SCO de este año es considerada la más grande hasta la fecha, con la participación de 20 líderes de Asia y Medio Oriente, incluyendo a Irán, Pakistán, Belarús, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.