En la última columna titulada “Congreso 2 – Fedecafé 0” expresaba mi preocupación sobre la forma en la que el Congreso, con dos leyes, estaba trasladando funciones históricas de la Federación a las entidades de Gobierno.

Pero para mi sorpresa, cuando estimaba que había sido sin que en el gremio se percatara -porque me resistía a creer que hubiera sido con su complicidad- escuché las declaraciones de un miembro del Comité Directivo en las que manifiesta que Fedecafé apoyó el proceso legislativo y le hizo seguimiento a los proyectos por considerarlos benéficos para los caficultores.

Lo ratifiqué cuando el representante a la Cámara Óscar Darío Pérez, faro económico del Congreso, me manifestó que en ningún momento el Centro Democrático estaba desmantelando a la Federación de Cafeteros, que p

See Full Page