Jair Bolsonaro enfrenta una semana decisiva. Bajo arresto domiciliario en Brasilia y con tobillera electrónica, el expresidente aguarda el fallo de la Corte Suprema en el juicio por intento de golpe de Estado. La decisión podría condenarlo a hasta 40 años de prisión y marcar un antes y un después en la política brasileña a poco más de un año de las elecciones de 2026.
La primera sala de la Corte Suprema de Brasil, integrada por cinco magistrados de tendencia progresista, inició este martes sesiones extraordinarias para debatir el caso contra Bolsonaro y siete de sus excolaboradores, entre ellos militares y exministros.
El tribunal tiene plazo hasta el viernes 12 para emitir la sentencia en un proceso que mantiene en vilo al país y que ya generó roces diplomáticos con Estados Unidos.
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