Existe una creencia popular: los gatos odian el agua . Basta intentar bañarlos o mojarles un poco el lomo para que muchos salgan corriendo desesperados. Sin embargo, no todos reaccionan igual y, según los expertos, la explicación está en la historia evolutiva de la especie.
1- Un origen en tierras áridas
De acuerdo con Kristyn Vitale , especialista en comportamiento animal de Maueyes Cat Science and Education , los gatos domésticos descienden de felinos salvajes que vivían en regiones desérticas , donde prácticamente no había contacto con grandes cuerpos de agua.
A diferencia de otras especies, los gatos nunca desarrollaron la costumbre ni la necesidad de nadar o mojarse. Por eso, el agua suele ser un elemento extraño y poco atractivo para ellos.
2- El pelaje y la incom