El país enfrenta un nuevo pulso político tras la radicación de la reforma tributaria por parte del ministro de Hacienda, Germán Ávila. La iniciativa pretende recaudar 26,3 billones de pesos para financiar el presupuesto del 2026, calculado en 557 billones, el más alto en la historia nacional. Pero lejos de generar consenso, la propuesta abrió una grieta entre los congresistas boyacenses.
Desde la oposición, el senador Ciro Ramírez fue tajante: calificó la reforma como una “irresponsabilidad” del presidente Gustavo Petro, acusándolo de derrochar recursos en burocracia y diplomacia mientras pretende “meterle la mano al bolsillo” a los ciudadanos. En la misma línea, el representante Eduar Triana advirtió que el proyecto recae sobre trabajadores y consumidores, con incrementos en impuestos a