
Occidente es "un prisionero casi lamentable de su propia obsesión por sí mismo", en momentos en que está apareciendo un nuevo orden mundial centrado en Eurasia y el Sur Global , indica en un artículo para RT Tarik Cyril Amar, historiador alemán de la Universidad Koc de Estambul y especializado en Rusia, Ucrania y Europa del Este, la historia de la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría cultural y políticas de la memoria.
En opinión del experto, una serie de muy recientes acontecimientos internacionales –que se han desarrollado primero en la 25ª. cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), celebrada en la ciudad china de Tianjin, y luego en torno al gran desfile en Pekín con motivo del 80.º aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial– "debería hacer comprender incluso al habitante más somnoliento de la burbuja de los principales medios occidentales dos hechos claves sobre nuestro mundo, tal y como es en realidad ".
Un nuevo orden mundial
El historiador señala que, en primer lugar, está surgiendo de forma imparable un nuevo orden mundial centrado en Eurasia y el Sur Global, lo que confirman las palabras del presidente chino, Xi Jinping. El líder del gigante asiático "dejó claro en Tianjin que sus custodios relegarán al basurero de la historia el ridículo 'orden internacional basado en normas' de Occidente, esa fea aberración que ha facilitado el genocidio de Gaza y otros crímenes masivos", recuerda Amar.
En segundo lugar, Occidente está perdiendo la oportunidad de desempeñar un papel en la configuración de lo que vendrá después de su "momento unipolar" , medio delirante y totalmente brutal. El experto apunta que las actuales instituciones occidentales están decididas a seguir marginándose a sí mismas, al estar atrapadas en una complacencia autodestructiva, como ilustra el rechazo del secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, a la reunión de la OCS, calificándola de encuentro "teatral" de "malos actores".
En este contexto, el experto recuerda las afirmaciones del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, quien indicó que la mayoría de los dirigentes occidentales seguirán jugando a "la rana en el fondo del pozo", encantados de vivir sin tener ni idea . Y quizás sea mejor así, añade: es difícil verlos contribuir sinceramente a un mundo construido sobre la "igualdad soberana", el "estado de derecho internacional" y el "multilateralismo", los principios "válidos e inquebrantables" de la ONU y un tipo de "conectividad" que respeta la "soberanía y la integridad territorial", a todo lo cual llamaron el presidente chino, su homólogo ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro de la India, Narendra Modi.
Cambio en el sistema energético mundial
Según Amar, uno de los dos acontecimientos más espectaculares en Pekín ha sido que China y Rusia están a punto de construir uno de los proyectos de gasoducto más ambiciosos de la historia, Fuerza de Siberia 2 , que conectará los yacimientos rusos de gas con China a través de Mongolia. Eso, según admite Bloomberg, "podría redefinir el comercio mundial de gas", incluido, como señala Financial Times, el de EE.UU., Australia y Qatar, que comercian con gas natural licuado (GNL)
Así, con una capacidad prevista de 50.000 millones de metros cúbicos al año durante al menos 30 años, Fuerza de Siberia 2 amplificará y consolidará un cambio masivo en el flujo de energía rusa asequible, alejándose de la Europa de la OTAN y la UE, que se está desindustrializando fuertemente, hacia la dinámica de China y Asia . El nuevo gasoducto no solo cambiará el sistema energético mundial, sino también la geopolítica global, explica el experto.
Occidente puede olvidarse de abrir una brecha entre Moscú y Pekín
A largo plazo, el acuerdo ruso-chino confirma que Occidente puede olvidarse de sus sueños de abrir una brecha entre Moscú y Pekín . "En términos puramente militares (una parte importante, aunque solo sea una, del cálculo del poder), eso significa que las fuerzas rusas, que están derrotando la guerra indirecta de Occidente a través de Ucrania, y las chinas, que son las más grandes del mundo y están fuertemente armadas con sistemas de armas de primera categoría de producción nacional , aparecen en el mismo lado del balance global, al igual que los poderosos complejos militares-industriales de ambos países", apunta Amar.
Mientras, a corto plazo, el momento en que se produce este avance ruso-chino demuestra y señala una vez más que Pekín no puede ser presionado por las amenazas de sanciones secundarias de Washington . "El contexto es clave aquí: EE.UU. acaba de hacer todo lo posible por dar ejemplo con la India, acosando a Nueva Delhi de forma injusta, incoherente y muy imprudente con aranceles punitivos porque la India se atreve a ser una nación soberana" en lo que respecta a la energía y, por lo tanto, a comprar petróleo ruso, señala el investigador, agregando que si esa política estadounidense de mano dura tenía como objetivo asustar a alguien para que se sometiera, ha fracasado estrepitosamente.
China no solo ha dejado claro que comprará todo el gas ruso que desee, sino que el director general de la empresa energética rusa Gazprom, Alexéi Miller, confirmó que la empresa rusa lo venderá a un precio inferior al que se cobra a los clientes que quedan en Europa. La India tampoco se ha dejado intimidar por Washington . Por el contrario, su primer ministro fue una figura central en la reunión de la OCS, donde fue recibido de forma ostensible y se mostró muy comprometido. Al mismo tiempo, dejó claro que no atendería las llamadas de la Casa Blanca.
"Una triste muestra de la miopía, la intimidación y la cobardía"
"Si a todo lo anterior añadimos la presencia de muchos otros importantes líderes internacionales, entre ellos, por ejemplo, los de Irán y de la República Popular Democrática de Corea, así como la excelente organización de lo que realmente ha sido un megaevento, no cabe duda de que hemos sido testigos de un hito histórico", subraya Amar. La historia recordará a EE.UU. y a la Unión Europea como "una triste muestra de la miopía, la intimidación y la cobardía que han hecho que Occidente pierda toda esperanza. Recordará la reunión de la OCS en Tianjin y su continuación en Pekín como una demostración de por qué y cómo prevaleció el nuevo orden ", afirma.
Entre tanto, Occidente sigue interpretando el mundo que lo rodea, cada vez más grande, poderoso, rico e importante, como una mera proyección de sus fantasías y miedos. El experto señala que "ese narcisismo tiene un precio". Demasiado solipsistas como para intentar comprender el mundo en otros términos que no sean los suyos, cada vez más delirantes, las instituciones occidentales ya casi no necesitan enemigos. Abandonados a sus propios y pobres recursos, harán que Occidente se hunda en la oscuridad ", concluye.
Para saber más sobre Fuerza de Siberia 2, el nuevo megaproyecto energético ruso-chino, lea nuestro artículo