Jason Momoa y Thomas Pa’a Sibbett reivindican lo propio, la cultura y las relaciones sociales originales, todo lo que existía antes de la colonización estadounidense

Hay una serie de actores que deben una buena parte de sus prolíficas carreras profesionales al tamaño de su pecho torácico. Arnold Schwarzenegger, Dwayne Johnson o Jason Momoa son algunos ejemplos, aunque lo cierto es que al tórax hay que añadirle la aceptación popular, es decir la taquilla, que en una industria como la audiovisual es el baremo casi definitivo de la continuidad en el oficio. También es verdad que no todo el mundo comparte esa fascinación por los músculos. Groucho Marx, por ejemplo, afirmaba: “Nunca voy a ver películas donde el pecho del héroe es mayor que el de la heroína”. Más información Consulta tod

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