Unos 170 millones de personas viven en nueve países que ya han obtenido la certificación de la OMS por haber logrado producir comida sin esta sustancia que provoca al menos 278.000 muertes cada año
Es comprensible que las guerras y otras crisis de salud provocadas por el hombre capten la emoción y la atención y centren los llamamientos urgentes para la adopción de medidas a escala mundial. Sin embargo, existe otro desafío para la salud menos evidente causado por el hombre contra el que los países luchan cada vez más. El impulso para eliminar de la oferta mundial de alimentos las grasas trans industriales, una sustancia química responsable de más de 278.000 defunciones cada año en todo el mundo, es un claro ejemplo de la manera como el compromiso y la acción gubernamentales están log