Quien camine estos días por los montes de León o Zamora afectados por los incendios podrá ver dos paisajes al mismo tiempo . Uno de devastación , caracterizado por esos bosques ahora fantasmales. Y otro, que presenta pequeños signos de vida , con mariposas que revolotean por las nuevas hojas verdes y con flores violetas que asoman entre la ceniza. Son las llamadas Quitameriendas ( Colchicum montanum), una especie endémica de la Península Ibérica. "Sobrevive al fuego gracias a un bulbo , como una pequeña cebolla, que se mantiene protegido bajo tierra ", explica el doctor en ingeniería de montes y actualmente catedrático de micología en la Universidad de Valladolid, Juan Andrés Oria.
Ni siquiera las temperaturas extremas y el humo pueden con ella. Al contrario, "parece que el