La selección española desperdició una buena oportunidad de alcanzar los octavos de final del Eurobasket tras caer ante Italia (67-63), en un choque en el que fue por delante hasta el desenlace del tercer cuarto y que no supo gestionar con acierto en los instantes decisivos.
En la previa las cuentas de España eran claras, ganar para estar entre los dieciséis mejores. Pudo ni siquiera tener que hacerlas, pero la sorprendente victoria de Bosnia-Herzegovina sobre Grecia y la previsible de Georgia contra Chipre le obligaron a tener que merecerse el premio sudando sobre el parqué. Esa presión no la tenían los italianos, que salieron ya clasificados.