La undécima etapa de la Vuelta que se debía disputar con normalidad con salida y meta en Bilbao, terminó de manera brusca y de forma atípica, ya que "por motivos de seguridad" la organización decidió marcar los tiempos a 3 km de la Gran Vía, repleta de manifestantes propalestinos, y no designar ganador de etapa.
"Por motivos de seguridad, los tiempos de la clasificación general se tomarán a 3 kilómetros de la línea de meta. No habrá ganador de etapa. Habrá puntos de la montaña y los conseguidos en el esprint intermedio, pero no de la clasificación por puntos", señaló en plena carrera un comunicado de la organización.
Lo que mal comenzó, peor concluyó. El ambiente en contra de la participación del Israel en la Vuelta por la intervención militar de ese país en Gaza está siendo protagoni