EL CAIRO, Egipto (AP) — Un alud de tierra devastador que mató a unas 1.000 personas en la región de Darfur, en Sudán, ocurrió mientras la nación del noreste de África se tambalea por una guerra civil que ha provocado una hambruna en algunas de sus regiones.

La nación de más de 50 millones de personas tiene una larga historia de conflictos, incluido el que creó Sudán del Sur en 2011. También es conocida por inundaciones estacionales que matan a cientos de personas cada año. El cambio climático ha hecho que las lluvias y las inundaciones sean más mortales y destructivas en los últimos años.

Después de días de intensas lluvias, un deslave arrasó el domingo con el pueblo de Tarasin, en las montañas Marrah, más de 900 kilómetros al oeste de la capital, Jartum.

Al menos 1.000 personas murieron y solo uno de los residentes sobrevivió, según el Ejército-Movimiento de Liberación de Sudán, un grupo rebelde que controla el área.

El portavoz del grupo, Mohamed Abdel-Rahman al-Nair, dijo que los esfuerzos de búsqueda estaban en marcha y que se habían recuperado unos 100 cuerpos hasta la noche del martes. El coordinador humanitario de la ONU en Sudán, Luca Renda, afirmó que "entre 300 y 1.000 personas pueden haber perdido la vida", citando fuentes locales.

Las montañas Marrah, donde se encuentra el pueblo, son de difícil acceso. El sitio reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO está ubicado en un área volcánica con una cumbre de 3.000 metros.

El deslizamiento de tierra ocurrió en el pico de la temporada de inundaciones de Sudán, que va de julio a octubre. Se han reportado daños generalizados en otras áreas de Sudán en las últimas semanas, incluyendo el pueblo de Sofía en la provincia de Darfur del Sur, donde 100 casas fueron destruidas también el domingo, según la Organización Internacional para las Migraciones.

Sudán se sumió en el caos cuando las tensiones latentes entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido, un cuerpo paramilitar, estallaron en enfrentamientos callejeros en abril de 2023 en la capital, Jartum, y en otras partes del país. La guerra se ha convertido en un conflicto regional por poder en el que cada bando cuenta con el respaldo de gobiernos extranjeros.

Darfur, que ha sufrido décadas de conflicto y fue testigo del primer genocidio del siglo XXI, fue una de las áreas más afectadas en la guerra en curso.

Las líneas del frente han cambiado tras la captura militar de Jartum y su ciudad hermana Omdurman, en un gran revés para los paramilitares. La mayoría de los combates han ocurrido en Darfur y la región sur-central de Kordofán.

La guerra estuvo marcada por atrocidades, incluyendo asesinatos masivos y violaciones, que la Corte Penal Internacional dice estar investigando como posibles crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, especialmente en Darfur.

Las FAR fueron culpadas de la mayoría de las atrocidades, y el gobierno de Joe Biden acusó a la milicia de cometer genocidio. El Ejército también fue acusado de violar el derecho internacional. Las FAR surgieron de las notorias milicias Janjaweed, que fueron acusadas de genocidio en el conflicto de Darfur de la década de 2000.

La guerra ha matado a decenas de miles de personas y ha obligado a 14 millones más a huir, incluidos más de cuatro millones que cruzaron a países vecinos, algunos de los cuales han sufrido conflictos o crisis económicas.

La guerra creó la mayor crisis humanitaria del mundo. Hizo de Sudán una de las cuatro áreas donde se detectó hambruna en los últimos 15 años, junto con Sudán del Sur, Somalia y la Franja de Gaza. Las cinco áreas afectadas por la hambruna están en Darfur y Kordofán, y se espera que otras áreas se unan, según la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC).

Muchas áreas, incluidas las montañas Marrah y otras partes de Darfur y Kordofán, han sido inaccesibles debido a enfrentamientos, bloqueos y saqueos.

Al menos 25 millones, la mitad de la población del país, han enfrentado hambre aguda, incluidos más de 3,6 millones de niños que están gravemente desnutridos, según la ONU.

También ha habido brotes mortales de enfermedades, como cólera, malaria y dengue en los últimos dos años. Un brote de cólera en curso en Darfur mató a unas 400 personas y enfermó a más de 9.000, según un grupo de ayuda local. Un brote en marzo en la provincia del Nilo Blanco mató a unas 100 personas y enfermó a más de 2.700, según el Ministerio de Salud.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.