Un fuerte terremoto de magnitud 6,0 sacudió Afganistán el pasado domingo, causando la muerte de al menos 1.124 personas y dejando a 3.251 heridas. El epicentro del sismo se localizó a 27 kilómetros al noreste de Jalalabad, en la provincia de Nangarhar, cerca de la frontera con Pakistán. Este desastre natural ha añadido más sufrimiento a un país ya devastado por la guerra y la crisis humanitaria.
Las autoridades afganas han solicitado ayuda internacional para enfrentar la tragedia. Las fuertes lluvias y los deslizamientos de tierra han complicado el acceso de los equipos de rescate a las zonas más afectadas. La Sociedad de la Media Luna Roja Afgana ha informado sobre la magnitud de la tragedia y la dificultad de los esfuerzos de asistencia debido a los recortes en la ayuda internacional desde que los talibanes asumieron el control en 2021.
El terremoto, que se produjo poco antes de la medianoche, fue relativamente superficial, a una profundidad de aproximadamente 8 km, lo que lo hizo más destructivo. La provincia de Kunar fue una de las más afectadas, con tres aldeas completamente arrasadas. También se reportaron daños en las provincias de Laghman, Nuristan y Panjshir. El sismo fue seguido por al menos cinco réplicas, siendo la más fuerte de 5,2 de magnitud.
Casi medio millón de personas sintieron temblores fuertes, lo que puede causar daños significativos a estructuras mal construidas. Yousaf Hammad, portavoz de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres, advirtió que el número de muertos y heridos podría aumentar. "Los heridos están siendo evacuados, por lo que estas cifras pueden cambiar significativamente", declaró.
Imágenes del desastre muestran casas de ladrillo destruidas y residentes buscando a sus seres queridos entre los escombros. Testigos han compartido relatos desgarradores, como el de Sadiqullah, quien perdió a su esposa y dos hijos en el sismo. La situación se complica aún más por la crisis humanitaria que enfrenta el país, exacerbada por la falta de financiación y el retiro de muchas organizaciones de ayuda internacional.
Desde la toma del poder por los talibanes, la ayuda humanitaria ha disminuido drásticamente, pasando de 3.800 millones de dólares en 2022 a 767 millones en 2025. Thamindri De Silva, director de World Vision Afghanistan, destacó que el país enfrenta múltiples crisis, incluyendo sequías y desnutrición.
Los talibanes han hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para recibir asistencia. Hasta ahora, solo algunos países han respondido. Los Emiratos Árabes Unidos han enviado alimentos y suministros médicos, mientras que el Reino Unido ha anunciado un fondo de emergencia de 1,3 millones de dólares. India también ha contribuido con tiendas de campaña y ayuda alimentaria.
La situación en Afganistán sigue siendo crítica, y los esfuerzos de rescate y asistencia son esenciales para ayudar a las víctimas de este devastador terremoto.