Las laderas del Cerro de San Vicente cuentan con un nuevo elemento histórico: una noria de sangre donada por la familia Barbero, instalada por el Ayuntamiento de Salamanca, que “representa uno de los escasos ejemplos de construcciones hidráulicas tradicionales que se han mantenido en la ciudad”.

El dispositivo se ha instalado en el lugar donde funcionó otra ya desaparecida y que permitió regar los terrenos de cultivo que había en la zona hasta finales del siglo pasado.

“Después de realizar las labores de limpieza en el pozo y los muros de mampostería, además de la reposición de algunos de los mampuestos, se procedió a la colocación de la maquinaria que ha sido sometida a una restauración completa en un taller especializado”, explican desde el Consistorio.

Junto a la noria se colocar

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