El día a día frente a una pantalla puede formar parte de la rutina de quienes trabajan en, por ejemplo, marketing digital , como Amanda Hahn , una joven de Nueva York cuyo caso dejó una huella inesperada. El relato comienza en el momento en que una simple molestia ocular altera el curso de lo cotidiano. “Al principio lo culpé a mi trabajo. Trabajo en marketing digital en una agencia, así que estoy pegada a la pantalla de una computadora todo el día”, recordó a Daily Mail. Por las noches, su teléfono móvil toma el relevo.
“Siempre fui el tipo de persona que minimiza esas pequeñas señales de salud con cosas como ‘Oh, no es nada’. Así que la idea de que podía ser algo serio ni cruzó por mi mente”, detalló. Las primeras señales aparecieron de formas tan sutiles como episodios de