Desde el acuerdo con el FMI en abril, los grandes bancos y fondos de inversión han estado inquietos por el futuro del dólar. A pocos días de una elección crucial en la provincia de Buenos Aires, el Gobierno ha optado por no responder a la pregunta sobre qué sucederá si el dólar alcanza el techo de la banda cambiaria, que se sitúa cerca de $ 1.460.
En un contexto de gran incertidumbre, el inicio de septiembre ha visto una fuerte presión compradora, llevando la cotización del dólar a $ 1.390, el nivel más alto desde la eliminación del cepo cambiario para individuos. A pesar de la subida de las tasas de interés al 60% anual y la venta de contratos de dólar futuro, estas medidas no han logrado frenar la cobertura cambiaria.
El Gobierno ha justificado su intervención en el mercado cambiario, argumentando que es necesaria para "asegurar el buen funcionamiento y la liquidez". Se ha indicado que los dólares utilizados para contener el aumento del tipo de cambio provienen de compras en bloque recientes, y el Tesoro cuenta actualmente con aproximadamente USD 1.700 millones.
Pablo Quirno, secretario de Finanzas, ha enfatizado que no hay un nuevo sistema cambiario, sino un escenario transitorio. "No hay ninguna rotura del esquema cambiario, no hay ninguna rotura del esquema de bandas. Nosotros seguimos", afirmó en declaraciones a A24. Además, se ha aclarado que no se utilizarán los dólares del Banco Central, asegurando que el dinero del último préstamo del FMI no ha sido tocado.
Estas medidas buscan tranquilizar a los inversores sobre el compromiso del Gobierno de evitar un aumento drástico del tipo de cambio, incentivando así las inversiones en pesos debido a las altas tasas de interés. Sin embargo, la intervención del Tesoro ha generado dudas sobre la efectividad del esquema de "flotación entre bandas", ya que se ha intervenido antes de que el dólar tocara el piso de la banda, algo que nunca ocurrió.
Con las elecciones provinciales a la vista, el Gobierno enfrenta el desafío de manejar la incertidumbre y la volatilidad del mercado. La gran incógnita es qué sucederá si la incertidumbre persiste después de la elección. Es probable que la búsqueda de cobertura por parte de los inversores continúe, lo que podría aumentar la presión sobre el dólar.
Además, la decisión de vender dólares ha impactado negativamente en los bonos en dólares, que experimentaron caídas generalizadas, aunque al final de la jornada las pérdidas se moderaron. Los inversores están preocupados por las dificultades del Gobierno para acumular dólares, y el riesgo país se mantiene en niveles altos, cerca de 900 puntos básicos, el máximo anual.
Las miradas están puestas en las elecciones del domingo, que serán cruciales para medir la fortaleza de La Libertad Avanza en un bastión tradicional del kirchnerismo.