Un centenar de empleados se ha quedado sin trabajo a media temporada turística

Ocho populares restaurantes y bares en primera línea de mar en El Port de la Selva, una pequeña localidad de poco más de mil habitantes del norte de la Costa Brava (Girona) que en agosto multiplica su población por diez, han tenido que cerrar porque este verano se ha suicidado la pareja que los regentaba. Este caso, que ha afectado a más del 22% de la oferta gastronómica de la localidad, ha causado conmoción entre los vecinos y también grandes pérdidas económicas a más de una quincena de ellos, que habían invertido en la sociedad.

Los negocios han tenido que cerrar en plena temporada alta y esta circunstancia ha dejado a un centenar de empleados en la calle, entre ellos una decena de contratados fijos, vec

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