Se espera que Australia apruebe el jueves una ley que facilite la deportación de no ciudadanos a terceros países, reavivando las críticas de grupos de derechos humanos que sostienen que estaba "abandonando" a los refugiados en pequeños estados insulares y generando comparaciones con las políticas de Trump.
Mientras Estados Unidos busca naciones insulares del Pacífico dispuestas a aceptar a ciudadanos no deportados, Australia firmó el viernes pasado un acuerdo con Nauru, país de Oceanía, para reasentar a cientos de personas a las que se les han negado visas de refugiados debido a condenas penales.
La nueva ley propuesta elimina la equidad procesal cuando Australia deporta a un extranjero a un tercer país y está diseñada para limitar las apelaciones judiciales, según el gobierno.
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