Menorca. – El matadero municipal de Maó vive meses decisivos para garantizar su continuidad. Las obras que se desarrollan este verano buscan poner al día unas instalaciones que arrastraban problemas de envejecimiento y que limitaban la eficiencia de un servicio esencial para los ganaderos del Llevant.

La cooperativa Monte Toro, gestora del matadero desde 2014, ha atravesado en los últimos años serias dificultades económicas. Con una actividad modesta y una producción muy por debajo de la capacidad de la infraestructura, se ha visto obligada a ajustar la plantilla y a funcionar en ocasiones como obrador compartido, implicando directamente a los socios en el procesado del ganado.

Instalaciones obsoletas y baja producción

Los informes previos ya alertaban de que buena parte de las

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