La «calidad de nuestra democracia» –que Sánchez se autopostuló para garantizarla al considerar que «la corrupción del PP la amenazaba» – ya vemos en qué la ha convertido, tras siete años en La Moncloa. Estos días, ya reincorporado de sus vacaciones, son pródigos en informaciones que la definen, y dos de ellas son emblemáticas al respecto y hay que procurar que no sean olvidadas. Una la afirmó en su entrevista en TVE convertida en su «cadena favorita»: Para él, los jueces que investigan presuntos delitos de su entorno familiar y político «hacen política», que en el lenguaje mediático es «lawfare», una de las mayores descalificaciones que puede hacerse a una Justicia independiente en una democracia. La otra información destacada es la visita de Illa «a domicilio» a su predecesor Puigdemont,

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