Por César Martínez para A dónde van los desaparecidos
Una de las primeras cosas que Rosendo Gómez Piedra cambió cuando llegó a la fiscalía especial del caso Ayotzinapa, en octubre de 2022, fue su oficina. No le gustó la de su antecesor, Omar Gómez Trejo, un pequeño rectángulo con paredes de vidrio y vista a la Glorieta de los Insurgentes, en el piso 25 del edificio que antes ocupaba la Fiscalía General de la República (FGR). Esa oficina, sin cortinas, donde apenas cabían tres personas y cuya puerta debía ser trabada con un libro para mantenerla abierta, quedaba expuesta a la vista de todo el personal.
Semanas después de que Gómez Piedra quedara a cargo de indagar la desaparición de los 43 normalistas la noche del 26 de septiembre de 2014, al frente de la Unidad Especial de Investigación