La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se reunió este miércoles 3 de septiembre con Marco Rubio, un alto funcionario de la administración Trump. Este encuentro marca su tercer diálogo con un representante de la administración estadounidense, tras reuniones previas con Kristi Noem y Christopher Landau.

El objetivo central de la reunión fue establecer el "Programa de Cooperación sobre Seguridad Fronteriza y Aplicación de la Ley", un mecanismo binacional que busca combatir delitos transnacionales, incluyendo el crimen organizado, el tráfico de drogas y armas, así como la migración irregular.

Sheinbaum destacó cuatro ejes fundamentales para la colaboración con el gobierno de Donald Trump: reciprocidad, respeto a la soberanía e integridad territorial, responsabilidad compartida y confianza mutua. Por su parte, Marco Rubio reconoció la "cooperación histórica en materia de seguridad" y enfatizó la necesidad de continuar la "guerra" contra los grupos delictivos, subrayando que los cárteles representan una amenaza para ambas naciones.

Este nuevo acuerdo se suma a los esfuerzos previos entre México y Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado. Desde el sexenio de Felipe Calderón, se han establecido diversas alianzas en este ámbito. En 2007, Calderón solicitó apoyo a Estados Unidos, entonces bajo el mando de George W. Bush, para combatir la delincuencia organizada, lo que dio origen a la Iniciativa Mérida.

La Iniciativa Mérida fue un paquete de proyectos de asistencia antidrogas que se implementó oficialmente en 2008, con el objetivo de fortalecer el Estado de Derecho en México. Desde su inicio hasta 2020, Estados Unidos asignó más de 3,200 millones de dólares en equipos y capacitación para las fuerzas de seguridad mexicanas.

Los objetivos de la Iniciativa incluían mejorar los programas de seguridad, proporcionar equipamiento y tecnología para las agencias de seguridad, y aumentar la capacidad de México para recolectar inteligencia. Además, se buscaba crear un hemisferio más seguro, donde las organizaciones criminales no amenazaran a los gobiernos ni a la seguridad nacional.

La colaboración entre ambos países ha sido constante, con donaciones de helicópteros, simuladores virtuales y capacitación para la Policía Federal, todo financiado a través del Departamento de Estado de Estados Unidos y USAID. La reunión entre Sheinbaum y Rubio representa un nuevo capítulo en esta relación bilateral enfocada en la seguridad.