CNN —
Esta semana, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, envió un mensaje claro a Ucrania y sus aliados europeos: Moscú puede seguir adelante, porque tenemos amigos poderosos.
El líder ruso estuvo codo a codo en varios eventos en China con los hombres que le han permitido librar su guerra contra Ucrania durante tanto tiempo y con tanta ferocidad: el presidente de China, Xi Jinping, el primer ministro de India, Narendra Modi, el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un.
Más de tres años después de lo que Putin alguna vez creyó que sería una rápida toma de control de su vecino mucho más pequeño y débil, Rusia sería incapaz de sostener la lucha sin el dinero chino e indio, las armas iraníes y, en menor medida, la mano de obra de Corea del Nort