Una mujer de 33 años bajó 54 kilos para poder salvarle la vida a su mamá, que necesita un trasplante de riñón. El hecho ocurrió en Cornualles, Inglaterra. El impactante cambio físico fue necesario para poder convertirse en donante.
Colleen Body, la madre de la protagonista de esta historia de altruismo, sufre una enfermedad renal crónica desde que era joven, pero con el tiempo su situación empeoró. Ante este panorama, su familia decidió intervenir.
Ya sin más tratamientos médicos por realizar, el último camino que quedaba era el trasplante. Así Ealesa Evers, su hija, se transformó en una luz de esperanza para ella.
La mujer y su hermana fueron a hacerse pruebas para ver si eran compatibles con su madre. Fue entonces cuando le dijeron que, aunque sí lo era, no podían considerarla pa