Máximo Sala llegó a Confitería Vallerga y se encontró con un cálido y muy emotivo recibimiento, algo que agradeció en todo momento, pero a la hora de los agradecimientos, el joven ciclista no se quedó atrás con todos aquellos que lo acompañaron en esta etapa de su carrera en el ciclismo. Desde su familia, pasando por sus amigos, por el municipio, por sus compañeros de colegio; para todos tuvo una palabra de profundo agradecimiento. Con una claridad mental extraordinaria, con una madurez superior a la de cualquier chico de su edad, Máximo se refirió a todos los presentes, con espontaneidad, con conceptos simples, pero que encierran a un deportista y a una persona de enormes condiciones.
Ezequiel (su papá), contó el más duro momento que tuvo Máximo a los pocos días de haber llegado, cuando