Muchas personas se despiertan por la mañana con sensación de cansancio y desorientación. Este estado tiene un nombre científico: inercia del sueño , y es un fenómeno habitual que puede durar desde unos minutos hasta una hora después de levantarse. Durante ese tiempo, la concentración y los reflejos se ven afectados, lo que puede repercutir en la productividad e incluso en la seguridad en actividades cotidianas.

Un estudio de la Universidad de California señala que la forma en que nos despertamos depende sobre todo de nuestros hábitos y rutinas, más que de la genética. Según los expertos, solo un 25% de la predisposición a levantarse con energía está relacionada con factores hereditarios . El resto depende de cómo dormimos, del tipo de actividad física que realizamos y de la alimentaci

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