En el corazón del barrio de La Latina , la tranquilidad de una comunidad de vecinos se ve quebrada por una pesadilla que se prolonga desde hace años: un piso okupado que se ha convertido en el epicentro de tráfico de drogas, altercados violentos y un deterioro progresivo del edificio. Los residentes, desesperados, alzan la voz ante la impotencia que sienten y la pasividad del propietario, un fondo de inversión.

La alarma la dio una vecina de la zona, cuyo testimonio refleja el clima de temor constante . "Lo que vemos es constantemente entrando y saliendo gente, están traficando con drogas. Todos sabemos lo que esta gente es capaz de hacer. Están muy familiarizados con las drogas y el alcohol y, por lo tanto, cualquier arrebato mejor permanecer lejos", relata.

La situación en el i

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