El Gobierno aceleró el ajuste del gasto en la previa de las elecciones para mantener a raya las cuentas públicas tras un mes como julio que había terminado con déficit financiero por el pago de deuda. En el octavo mes del año las erogaciones cayeron un 5,5% , pero en el acumulado del 2025 el gasto muestra un avance de 1,2% , un fenómeno que tiene una explicación puntual.
Así lo mostró un informe anticipado en base a datos oficiales de la consultora Analytica. En la comparación con el mismo lapso del 2024, uno de los principales renglones presupuestarios pusieron presión sobre la “motosierra” : la fórmula jubilatoria, automática desde abril del año pasado, está indexada a la inflación y fue ganando peso en el esquema general del gasto.
A lo largo de 2024 y con mayor magnitud este