Este sábado 6 de septiembre , Chile atrasará los relojes en una hora para dar inicio al horario de verano , pero su utilidad está cada vez más en entredicho.
Según Denis Riquelme , académico de la Universidad Técnica Federico Santa María , “ sus beneficios actuales son marginales tras más de seis décadas de aplicación ”. En sus inicios, el cambio de hora buscó reducir el consumo eléctrico en medio de una crisis hídrica, cuando gran parte de la energía se destinaba al alumbrado público y a la iluminación con ampolletas incandescentes.
Hoy, explica el especialista, el ahorro es de apenas un 1% , gracias a la masificación de la tecnología LED , que ya genera un 40% de eficiencia energética. Este beneficio se ve contrarrestado por el mayor uso de calefacción en invierno y aire